Lic. Yadira González A. Consejo Popular de Comunicación Humogria |
Las
amenazas a la vida familiar son constantes. Los divorcios aumentan, la agresión
intrafamiliar deja víctimas mortales, la inmigración se ve como alternativa
para la solución de los problemas económicos y genera desmembramiento del
núcleo familiar, el embarazo adolescente va en aumento en gran medida. El
divorcio se ve cada vez más frecuentemente como alternativa en los
matrimonios.
Algunos
gobiernos, presa fácil de las políticas de organismos internacionales, impulsan
una educación sexual fundamentada en el placer mucho más que en la
responsabilidad.
El
matrimonio se ve amenazado como institución al tratarse de legalizar el
“matrimonio”, o la unión entre personas del mismo sexo. Se impulsa el
homosexualismo como la alternativa sexual por excelencia. Los medios de
comunicación han ido debilitando la conciencia aun de los cristianos. Todo en
nombre de leyes “antidiscriminatorias” por la orientación sexual y género.
En nombre
de los derechos sexuales y reproductivos, o el derecho de elegir cuántos hijos
tener y con qué espaciamiento tenerlos, se procura legalizar el aborto en todas
sus expresiones y etapas del embarazo. Ante esta situación, la afectada es la
familia y los que más sufren son los niños, niñas y adolescentes. La vida misma
se ve amenazada al tratar de seguir el camino de algunos países europeos que
han legalizado la eutanasia en nombre de “una muerte con dignidad”.
Se han
comenzado a crear en algunos estados de Estados Unidos baños sin distinción de
género para evitar la discriminación. Se está procurando crear documentos de
identidad con la orientación sexual elegida. Se obligará a las empresas a tener
un porcentaje de personas homosexuales trabajando para eliminar la homofobia.
Los docentes serán obligados a enseñar la homosexualidad como una práctica
aceptada y normal.
Vemos
amenazados los valores familiares, pero no es momento para rendirnos, hay que
levantar la voz, ser proactivos. Es necesario preparar a los jóvenes y se
formen principios éticos para conformar una familia.
Es tiempo de orar, para que Dios traiga un
avivamiento como nunca antes, porque existe la perversidad y la maldad crece como nunca.
Sin embargo,
también hay esperanza. Hay resultados concretos del trabajo que se
realiza en todo el mundo por favorecer la vida y la dignidad del ser humano y
los valores familiares.
¡ALERTA!
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